En un entorno empresarial cada vez más competitivo y consciente de su impacto social y ambiental, la sostenibilidad ha dejado de ser una opción o una variable de moda, pasando a convertirse en una necesidad estratégica. Uno de los ámbitos donde esta transformación tiene mayor impacto es en la cadena de suministro y la gestión responsable de proveedores, donde la adopción de criterios ESG (Cirterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza) no solo mejora la reputación corporativa y la imagen marca, sino que también genera beneficios financieros y operativos tangibles.
Según un estudio de Deloitte (2024), un aumento de 10 puntos en el ESG score de una empresa se traduce en un incremento de los ingresos de entre 1% y 2%, mientras que los costes solo suben entre 0% y 1%. Esto significa que invertir en sostenibilidad mejora la rentabilidad, ya que los beneficios superan los costes asociados. Además, como señala la Cámara de Comercio de Santiago (2023), una cadena de suministro sostenible reduce costos operativos, optimiza procesos y mejora la eficiencia, lo que permite a las empresas ser más competitivas en el mercado.
Pero los beneficios van más allá de los números y KPI de rendimiento. La incorporación de criterios ESG en la cadena de suministro fortalece la relación con proveedores y minimiza riesgos operativos y reputacionales. Según Ernst & Young (2022), una gestión sostenible de los proveedores permite fortalecer la confianza con inversores y socios comerciales, anticipar riesgos regulatorios, climáticos o sociales, y asegurar la continuidad del negocio frente a crisis globales, como interrupciones en el suministro o cambios normativos.
Además, las empresas con cadenas de suministro sostenibles no solo son vistas como más responsables, sino que también atraen inversión y financiamiento verde. La sostenibilidad impulsa la innovación en procesos y productos, y facilita el acceso a fondos ESG, cada vez más demandados por bancos e inversionistas institucionales.
En definitiva, integrar la sostenibilidad en la cadena de suministro ya no es solo una cuestión de responsabilidad social corporativa, sino una estrategia clave para mejorar la rentabilidad, reducir riesgos y fortalecer la posición en el mercado. Las empresas que lideren este cambio no solo ganarán en reputación y reconocimiento por hacerlo, sino también en resultados financieros y resiliencia a largo plazo.
¿Está tu empresa preparada para transformar su cadena de suministro en un motor de crecimiento sostenible?
Fuentes:
Deloitte (2024). El impacto del ESG score en el valor de las compañías.
Cámara de Comercio de Santiago (2023). Guía de Gestión de Cadena de Suministro Sostenible.
Ernst & Young (2022). Estudio de Incorporación de criterios ASG en la cadena de suministros.